Los implantes mamarios de silicona fueron fabricados por la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), creada en 1991 en el sur de Francia. No se conoce la composición exacta de estas prótesis, pero se sabe que la silicona que se usó para la fabricación de muchas de ellas era de tipo industrial. El problema principal de las PIP es que su índice de rotura es mucho mayor que el de otras prótesis mamarias.Conviene la eliminación de la silicona de los tejidos, algo que puede realizar el cirujano en el quirófano.No se conoce, de momento, cuál puede ser el efecto sobre el organismo a largo plazo.A raíz de una investigación de las autoridades sanitarias francesas, fueron prohibidos en distintos países del mundo, por presentar adulteraciones presuntamente fraudulentas en su elaboración.
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